26 de junio de 2007

Lo duro de la lucha

por Marija Selakovic Barrancos
¿Cuál es la postura y la política que un Estado debe aplicar en el caso de la lucha contra el narcomenudeo y el crimen organizado? Esta pregunta actualmente está en la mente de las autoridades mexicanas que se encuentran en pleno combate contra este mal. Aunque se pude decir que la lucha decisiva contra el tráfico de drogas en México empezó hace un año y medio en la gestión del Presidente Fox, solo con la llegada al poder del Presidente Felipe Calderón ella se convirtió en una de las más importantes prioridades del Gobierno mexicano. En esta lucha, a diario se usan tanto armas, como estrategias y prácticas vistas en las guerras de baja intensidad.

Según los datos publicados por la Procuraduría General en este lapso en el país hubo más que 1270 ejecuciones relacionadas con el narcomenudeo. En relación a esto, según informan los noticieros capitalinos, hace solo dos semanas, en un día hubo más personas ejecutadas en México que en Iraq, país que se encuentra en pleno estado de guerra. Lo que México experimenta como consecuencias secundarias de esta ola de violencia y crimen organizado, directamente relacionados con el tráfico de drogas, son bajas en la inversión extranjera, de número turistas visitando México y frecuentes advertencias del State Department de EEUU a sus ciudadanos sobre la falta de seguridad en México. Pero el efecto principal visto a comienzos del año en curso, fue el amplio consenso sobre la necesidad de una lucha efectiva contra los narcotraficantes. Adicionalmente, por el compromiso retomado por parte del Gobierno central y todo su aparato estatal, se eliminó en la medida de lo posible la fragmentación de la representación política, hecho que debería ayudar en esta dura lucha. El sentimiento dominante en el México de hoy, es el deseo de que haya seguridad y paz para todos - desde los padres de familias, hasta los representantes de los tres poderes del Estado.

Ricardo Ravelo en su libro Herencia maldita nota que la raíz del mal que representa el narcomenudeo yace en la demanda. Y México tiene como vecino al consumidor más grande del mundo - los Estados Unidos. El hecho que México hoy día funge, por un lado, como puente natural de las drogas provenientes de América del Sur destinadas sobre todo al mercado estadounidense, y por otro el hecho que México sea el destino del tráfico ilegal de armas proveniente del vecino norteño (según datos oficiales del Estado, entre 60 y 80% de armas ilegales en México provienen de los EEUU), fueron uno de los temas que discutieron los Presidentes Calderón y George W. Bush, durante la última visita a México.

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