23 de mayo de 2007

Los tiempos para una transformación política

por Horacio Barrancos Bellot
La visita de Giovanni Sartori a México propuso por lo menos, cientos de temas en qué pensar. Uno de ellos motiva a reflexionar sobre los tiempos y las dinámicas de las transformaciones políticas.

Y es que Sartori en su paso por México el pasado abril dejó en claro sus dudas sobre la reforma política mexicana y el plazo (1 año) establecido para ese fin. Si un año es poco para una reforma de esa naturaleza, cuánto debería durar una reforma constituyente de un país en crisis de gobernabilidad? Pienso en Bolivia y en Ecuador y lo menos que puedo imaginar es que una Asamblea Constituyente o un Congreso Constituyente son procesos más complejos, más profundos y más importantes y tienen el mismo plazo fatal: un año. En el caso boliviano, a los asambleistas les tomó ocho meses ponerse de acuerdo en el procedimiento de votación, lo que significa que dejaron cuatro meses para discutir la materia. Ecuador, suponemos, no irá por el mismo error. Si Sartori le hubiese dicho al congreso boliviano que un año no es suficiente (o si le hubiese dicho un par de cosas más que tengo en mente), éste le hubiera escuchado? El presidente del congreso méxicano no lo escuchó, por tanto dudo mucho que el congreso boliviano le hubiese escuchado. En realidad creo que el congreso boliviano ni siquiera se lo hubiese preguntado. Espero que Ecuador tenga un mejor futuro.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

En Ecuador estamos atentos a estos procesos de cambio. Es verdad que las experiencias venezolana y boliviana debemos mirarlas cuidadosamente para lograr una renovación constitucional más equilibrada y menos dirigida por los intereses de los partidos políticos. Creo que la falta de equilibrio y los interes de grupo hacen que cualquier proceso tome más tiempo y llegue a detenerse. Confiamos en que la izquierda de Correa es más incluyente, pero como siempre el desarrollo de los procesos suelen definir los resultados más que los diseños.

Anónimo dijo...

Como bien comentas, en méxico no se escucharon las advertencias del maestro Sartori, no porque carecieran de valor, sino porque las élites políticas entienderon que aceptar ese tipo de críticas hubiera significado enviar señales de debilidad sobre un proceso desde ya tan sensible

GRUPO INFORME dijo...

Comparto la idea contigo Carlos; distinta hubiese sido la historia si México o Bolivia hubiesen insistido en esta reflexión antes de asumir compromisos con tanto peso político. Por ello mismo, mi reflexión va para Ecuador porque están en tiempo de diseñar su proseso constituyente.