28 de mayo de 2007

El valor de negociar en bloque

por Horacio Barrancos Bellot
El veto impuesto por Polonia al interior de la Unión Europea para la firma del acuerdo de asociación energético entre Rusia y la Unión Europea es sin duda alguna -junto con otros ejemplos anteriores como el de España vs. EEUU- una verdadera lección de cómo cambian los términos de las negociaciones cuando se pertenece a un poderoso bloque de integración que defiende coherentemente los intereses de sus miembros frente a los intereses de los no miembros.

Lo dijo textualmente Vladimir Chishov, embajador ruso ante la Unión Europea en una entrevista a Euronews hace pocos días en las vísperas de la cumbre en Samara […las negociaciones aun no han podido comenzar, a causa de un veto impuesto por un estado miembro…] y es que como Rusia mantiene la prohibición de importar productos cárnicos de Polonia, ésta última le ha parado a Rusia su proyecto energético más importante hasta que levante la prohibición. Cuán distinta hubiese sido la historia si Polonia hubiese tenido que negociar esta prohibición sin el respaldo de la Unión Europea.

En América del Sur pasa –o pasaría- lo mismo. MERCOSUR con Venezuela o Venezuela con MERCOSUR cambian completamente la estrategia de las negociaciones. Claramente el Presidente Kirchner destacó el valor de esta integración en su discurso de bienvenida a Venezuela diciendo textualmente […es un profundo placer poder participar activamente de la integración de Venezuela a la región del MERCOSUR, que va a permitir lo que nosotros aspiramos, poder consolidar un diálogo en bloque con la comunidad económica europea, con los países de Asia, de África y con todos los países del mundo…]. Me gustaría pensar que la misma convicción y estrategia pueda ser útil para negociar los temas comerciales con Estados Unidos antes de ceder a favor de las negociaciones bilaterales.

Por ahora, Rusia está en jaque y no parece sencillo que Samara sea el escenario en el que sus disputas comerciales con la Unión Europea se resuelvan, porque además en el medio existen temas sensibles como el de Kosovo y las expectativas rusas de lograr algo más interesante que el antiguo tratado energético. Y en su esquina, muy bien protegida Polonia esperando que Rusia vuelva a comprarle carne. El valor de poder negociar en bloque no es ninguna novedad, lo que sí sigue siendo una novedad es que en América Latina aun no lo podemos hacer bien.

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