4 de febrero de 2008

São Paulo 454

por Charo García de los Ríos
La ciudad más populosa del hemisferio Sur, São Paulo, ha cumplido 454 años este 25 de Enero. Las celebraciones de su aniversario se han desarrollado entre esperanzadoras noticias en el ámbito económico y grandes desafíos en el área social. Esta ocasión presenta una excusa perfecta para reflexionar sobre la situación actual de esta mega ciudad, sus problemas pero también atractivos.

São Paulo es la ciudad más poblada de América Latina, con una población estimada de casi 11 millones de habitantes repartidos por 1542 km2 de calles más o menos asfaltadas. Representa, casi desde su fundación, la eterna dualidad latinoamericana, juntando en sus barrios el progreso más avanzado del primer mundo con las carencias más radicales del tercero. Avenidas arboladas de lujosas tiendas y carísimos apartamentos se alternan con barrios de favelas donde las calzadas no están asfaltadas.

Para entender la ciudad parece conveniente hacer un breve repaso a su historia y así comprender como este pequeño poblado se ha convertido en una de las ciudades más influyentes de Brasil.

La ciudad de São Paulo surge en el año 1554 como un conjunto de casas construidas alrededor de un colegio jesuita. Este colegio, fundado en honor a San Pablo, fue levantado dentro del proceso de exploración y ocupación de las tierras americanas que colonizadores portugueses llevaran a cabo a partir del siglo XVI. El lugar para su construcción fue escogido por ser una fortaleza natural y por estar rodeado de ríos. Este asentamiento inicial se mantuvo como un poblado insignificante durante toda la época de la América portuguesa, causado fundamentalmente por su aislamiento físico, alejado de la costa y con un único acceso abrupto a través de la sierra que separa el litoral del interior. Pero también influyeron factores tales como la falta de productos de exportación atractivos para Portugal, como metales preciosos, o la existencia de un suelo poco apto para el cultivo. Y es así como, hasta la independencia de Portugal, se mantuvo solamente como un cuartel general para los “bandeirantes” desde donde partían en expediciones organizadas para apresar indígenas y buscar metales preciosos en el interior y hacia el norte de Brasil.

En el comienzo del siglo XIX, con la independencia de Brasil (cuyo símbolo más representativo, el Grito de Ipiranga, ocurrió en São Paulo) la ciudad se confirma como capital provincial y sede de una Academia de Derecho, lo que la convierte en centro intelectual y político. Con la expansión de los cafetales en varias regiones del estado la ciudad se convirtió además en un importante centro económico y foco de inmigraciones europeas (de 1895 a 1900, la ciudad pasó de tener 130 mil habitantes a 240 mil). La construcción del ferrocarril hacia el puerto de Santos para el transporte del café quebró su tradicional aislamiento geográfico. A partir de la primera Guerra Mundial y durante la década de los años 20 se acelera el crecimiento de la población, pero la crisis del café y la industrialización agudizan la radicalización entre la élite y la clase trabajadora. Durante los años 50 comienza el proceso de descentralización del parque industrial hacia otros municipios de la región metropolitana y hacia el interior del estado. En especial para atender los intereses de la industria automovilística. De forma simultanea a estos procesos, la ciudad crece de forma desordenada hacia la periferia. Este proceso se incluye dentro de la tercerización del municipio, acentuada a partir de la década de los 70, donde las principales actividades económicas de la ciudad están ligadas a la prestación de servicios y a los centros empresariales de comercio.

Todos estos procesos, junto a la continua llegada de inmigrantes de estados más pobres, especialmente del nordeste de Brasil, ocasionaron un deterioro sensible de las condiciones materiales de vida de su población. Como resultado, la década de los 80 y 90 se caracterizó por el aumento de la pobreza y de la concentración de renta, los problemas de vivienda e infraestructura, pero sobre todo por la precarización de progresiva de las condiciones de inserción económica de la población. Como resultado, a finales del siglo XX la población proveniente de otros estados se ve, en su mayoría, abocada a los segmentos más periféricos y a los trabajos más precarios sin perspectivas de inserción en áreas económicas mas dinámicas, en las que existe alguna proctección social. Desde comienzo del siglo XX, São Paulo ha sido uno de los principales, sino el principal, centro económico del país.

Los ciudadanos que conviven dentro de este centro empresarial y económico, se enfrentan diariamente a desafíos generalizados que a lo largo de los años e incluso décadas se han convertido en parte de su rutina. Entre ellos destacan relacionados con el transporte, la contaminación, la criminalidad y la pobreza.

En el área de transporte, destacan los grandes atascos y la baja calidad de sus infraestructuras. Una metrópoli del tamaño de São Paulo, con 24.466.000 de viajes motorizados diarios utilizando el sistema viario y 5,5 millones de automóviles circulando, requiere de acciones de mantenimiento más generalizadas y frecuentes, evitando el grave deterioro del pavimento. De forma adicional, son necesarios proyectos de infraestructura que proporcionen alternativas para el tráfico de camiones de gran envergadura que atraviesan diariamente la ciudad, al no existir una circunvalación de la ciudad. Este tráfico diario, además de incrementar considerablemente el nivel de los atascos, produce un mayor deterioro en el pavimento. Pero no es la única causa de su deterioro, pues se trata de vías urbanas con asfalto de baja calidad, lo que representa un coste adicional para la población y para las empresas, pues no solamente ralentiza los tiempos de desplazamiento como también son responsables de accidentes y desperfectos en los vehículos. El problema del transporte en la ciudad de Sao Paulo no es simplemente un problema metropolitano, pues su estructura vial desempeña un importante papel en la economía brasileña al ser el nudo entre las regiones del Noroeste y Sur del país, distribuyendo el tráfico de mercancías desde y para el puerto de Santos. Del total de tráfico de carga que atraviesa la ciudad diariamente, unos 200.000 vehículos en total, un 40% se define como "en transito".

También el área de transportes, más concretamente en relación al transporte público, los 117 trenes del metro abarcando 61 Km. de extensión, junto a una flota de quince mil autobuses [1] resulta insuficiente para la población siendo necesaria su ampliación, pues los tiempos medios de viaje son mayores para el transporte público en relación a los vehículos privados. En una ciudad donde cada vez existe un mayor número de vehículos particulares, se necesita de un transporte público competitivo, tanto en tiempo medio de viaje como en cobertura.

Debido a la cantidad de vehículos que circulan por la ciudad y a la existencia de industrias aún implantadas en la región metropolitana, la contaminación del aire es elevada. Se calcula que las pérdidas generadas por la contaminación de la ciudad se elevan a 3.2 millones de dólares anuales, ya sea por gastos hospitalarios, mortalidad o enfermedades relacionadas o días de trabajo perdidos [2]. Si bien sus características climáticas de fuertes temporales y lluvias abundantes evitan que la calidad de aire, aunque baja, descienda hasta niveles críticos o pésimos. No ocurre lo mismo con las aguas de los tres ríos que atraviesan la ciudad, altamente contaminados por residuos domésticos e industriales.

Además de los retos en el área de los transportes y niveles de contaminación, la ciudad se enfrenta a desafíos en relación a los índices de criminalidad y violencia que continúan elevados a pesar de haber decrecido durante al año 2007, especialmente en las precarias y numerosas periferias donde se concentran los indicadores más preocupantes [3]. De acuerdo a los últimos datos estadísticos revelados, la ciudad de São Paulo disfruta de menores niveles de violencia, en lo que a muertes violentas se refiere [4], gracias a las políticas públicas de desarme y a la reacción de la sociedad civil. Sin embargo, este descenso de homicidios y asesinatos no ha producido una mayor sensación de seguridad en la población metropolitana dado el incremento de crímenes contra el patrimonio.

Aproximadamente el 13.3% de la población de São Paulo vive en condiciones pobres, lo que supone que sobreviven con una renta mensual inferior a 180 dólares [5], mientras que el PIB de la ciudad es el segundo mayor de una ciudad latinoamericana (76 millones de dólares en 2005), después de la Ciudad de México. Su presupuesto es el tercero mayor del país, solamente adelantado por el presupuesto del gobierno federal y del propio Estado de São Paulo. Esta dualidad permite que una de sus calles esté entre una de las 8 más lujosas del mundo [6], conviviendo con favelas de casas hechas de poco más que cartón. Como resultado de esta situación, donde una élite acapara la mayor parte de la renta disponible [7], los indicadores demográficos de la calidad de vida, como son salud, enseñanza e infraestructura sanitaria, son bajos en lo que se refiere a servicios accesibles para todos los ciudadanos. Mientras que el sector privado desarrolla para las minorías de alto poder adquisitivo hospitales, escuelas y servicios que superan todos los ratios del primer mundo.

Con una tasa de alfabetización del 95,4% [8], São Paulo, en lo que cobertura educativa se refiere, se sitúa próxima a países como Estados Unidos y por encima de la media Latinoamérica del 90.8%. Sin embargo presenta una realidad bien diferente en relación con la calidad de la enseñanza, tal y como se manifestó en el ultimo informe PISA [9], donde Brasil aparece entre los últimos colocados y el estado de São Paulo, el estado más rico de la nación, con una media inferior a la brasileña. Si educar es dar oportunidades, los jóvenes paulistanos de baja renta se encuentran en una situación cuando menos desalentadora. Un trabajador con cerca de ocho años de escolaridad no tiene autonomía para buscar informaciones, para recibir instrucciones complejas o para producir comunicaciones escritas de cierta complejidad. No es capaz de aprender por cuenta propia y los trabajos que le son accesibles se limitan empresas pequeñas o microempresas donde el bajo nivel educativo de los propietarios y empleados les aísla aún más de la información y de los buenos hábitos de trabajo. Mejorar la educación es tanto un imperativo económico como social, por un lado las empresas necesitan de trabajadores más cualificados, y por otro lado, el nivel educativo es el eje de la movilidad social, la única herramienta posible para prosperar.

Las opciones culturales en Sao Paulo son innumerables y atienden a todos los gustos y bolsillos. Desde exposiciones y espectáculos al aire libre, hasta museos y teatros, la ciudad acoge durante todo el año las mas diversas programaciones culturales, orquestas, óperas, ballet y eventos periódicos como la bienal Internacional de Artes plásticas, la Bienal del Libro o la Muestra Internacional de cine. Sin embargo sus ratios por habitante no están a la altura de ciudades globales, Tomando como ejemplo los museos, una ciudad menor como es el caso de Berlín, con 3.4 millones de habitantes, posee 150 museos frente a los 71 museos que comparten en São Paulo casi 11 millones. Adicionalmente, dada la complicada estructura urbana, que segrega a la población menos favorecida a las periferias alejadas del Centro de São Paulo, y la ya comentada ineficiencia del transporte público, las muestras culturales están, en la realidad, restringidas para la población de más alta renta.

Como resumen, es interesante señalar que la ciudad de São Paulo se enfrenta a desafíos que abarcan diferentes áreas, pero destacan sobre todo aquellos relacionados con el transporte, la contaminación la criminalidad y la pobreza. Estos retos conviven con atractivos en relación a su oferta comercial, cultural y gastronómica, aunque especialmente ofrece los mayores atractivos para aquellas minorías con un elevado poder adquisitivo. En relación a estos problemas, soluciones coyunturales o esporádicas ayudan temporalmente a paliar determinados efectos de estos graves problemas, pero solamente soluciones de inversión a largo plazo en infraestructura y educación pueden solucionar las causas que los originaron.


[1] SP Trans
[2] Laboratório de Poluição Atmosférica Experimental da Faculdade de Medicina da USP
[3] The Economist, Abril 2007, "No end of violence".
[4] Mapa da violência dos municipios, Rede de Informação Tecnolôgica Latino-Americana
[5] IBGE, Fundação SEADE
[6] Mistery Shopping International, 2006
[7] IBGE; Fundação Seade
[8] Conferencia de la Casa Blanca sobre alfabetización mundial, 2007Instituto de estadísticas de UNESCO, informe de alfabetización regional 1985 - 2005
[9] PISA (Programa de Avaliação Internacional de Estudantes) de 2007